ENTREVISTA EN EL DIARIO DEL VIAJERO
Nunca deshice las valijas del alma
En conversación con la periodista y autora del libro
Los Croatas de la Argentina (DV n°932, 1011, 1081), Carmen
Verlichak, nos destaca que la obra tiene una presencia
de venta de manera ininterrumpida, lo que ella considera
como un long seller.
¿Por qué esa permanencia en el interés?
Creo que hay varios factores para esto. En primer lugar,
porque contesta algunas cuestiones muy importantes para
los lectores, interrogantes que ellos arrastraron durante
años. Por eso de los comentarios más corrientes que recibió
la obra fue Gracias, porque los nuestros no nos contaron
mucho y ahora no tengo a quién preguntarle. Ese comentario
lo recibí cientos de veces.
¿Hay un panorama de todos los croatas que vinieron?
En el libro traté de mostrar lo que fueron las migraciones
económicas y las políticas. Hay mucha diferencia entre
ellos y también muchas similitudes, pero en mayor o
menor grado a todas se le puede atribuir esto de Nunca
deshice las valijas del alma.
También me esmeré, hasta donde pude equilibrar, mujeres
y hombres en las historias. Por eso fueron tan importantes
los registros hablados, porque sabemos que de las mujeres
hay poquísimo en los libros.
Siempre supe que no se puede vivir sin raíces pero lo que aprendí
en estos 10 años es hasta qué punto esto es así. Vi que todos
hacemos muchos sacrificios -en tiempo, dinero- por la identidad,
por remoto que fuera el ancestro. Recogiendo los comentarios
de los lectores -muchos de ellos los he conocido con el tiempo
y a muchos los sigo tratando- pude asomarme a esa sed enorme.
No es un tema de nostalgia sino de saber quién es uno,
qué lo fue conformando como es. No bromeo del todo cuando
digo que se podría escribir la posthistoria de este libro.
También miembros de otras migraciones han disfrutado
del libro porque -por ejemplo en el capítulo Angustias del
Migrante- señalo vivencias que son comunes para las
comunidades y en las que muchos se pueden identificar.
Todos los días un descendiente de croatas por algun motivo
se despierta y dice Yo soy croata y empieza a leer, escuchar,
acercarse a algún centro croata, van a la misa croata aunque
sea para escuchar el idioma, toman cursos y leen mis libros
sobre el tema. Antes pensaba que eso sucedía después de
un tiempo en la vida, después de los cuarenta… pero luego
constaté que sucede a cualquier edad. Desde pequeños hasta
muy mayores. Y esto no se colisiona en absoluto con el ser
argentino. O peruano o chileno. ¿Por qué de los ocho bisabuelos
que tienen en muchísimos casos eligen al bisabuelo
croata para la identificación? No hay una respuesta sencilla.
Una reflexión más...
Hay quienes dicen que por lo único
que se preocupan estos "croatas nuevos"
es por tener un pasaporte de la Unión
Europea; yo sé que no es así. Lo vi en
sus ojos, lo sentí en su entusiasmo.
Es conmovedor.